Posiblemente, por su latitud, la bodega más al norte de la D.O Ribera del Duero. Además tienen altitud, 900m, que combinada con esa latitud le da un clima ligeramente más fresco a esta zona que el que tiene el resto de la D.O. Eso favorece una mejor maduración de la uva y una mejor fijación de la materia polifenólica a la piel de la uva, condiciones fantásticas para tener una buena uva y posteriormente un gran vino.
Espíritu: El respeto a lo que la tierra les da está por encima de todo en su trabajo. Dominan mejor que nadie la agricultura ecológica y la biodinámica. (Compost, tracción animal para no compactar los suelos, mínimo laboreo, vendimia manual en cajas, etc).
Viñedos: En altura con suelos arcillo-calcáreos. 25 hectáreas en Gumiel de Mercado y otras viñas, algunas centenarias, en Tubilla del Lago.
Clima: Un poco más frío que en otras zonas de la Ribera del Duero con una temperatura media de 21,3 º y una precipitación media anual de 525mm.
Vinos:
El alma de Bodegas Marta Maté nace en el año 2008 de la unión que forman Marta Castrillo y César Maté. En su primera elaboración, con una muy pequeña partida de uva, llegan a las 3.000 botellas con una magnífica acogida. 95 puntos Parker en su primera elaboración!
La filosofía del viñedo es producir uvas que expresen el Terroir y que sean únicas, que carezcan de productos tóxicos. Apostando por una constante mejora del cultivo aprendiendo con la naturaleza.
El viñedo se asienta sobre un suelo muy complejo y variado (hasta 16 clases diferentes). Encontramos desde arenas hasta calizas puras siempre acompañadas de arcilla y niveles de caliza que garantizan el perfil de las grandes uvas y vinos.
Producciones de uva limitadas a 3.600 plantas por ha para un máximo de 3.500 kg/ha (24,5 hl/ha).
La elaboración y crianza de los vinos de Bodegas Marta Maté parten de una exclusiva selección de uvas de la variedad Tinto Fino.
Su preocupación por mantener las cualidades físicas de la uva les hace prescindir de sistemas que transmitan presiones a la pasta, como tuberías y bombas. La maceración y fermentación tiene lugar en depósitos troncocónicos para potenciar su calidad natural.
La fermentación maloláctica y la crianza en madera del vino se realiza en barricas de roble francés y americano con volúmenes de entre 225 y 600 litros. Además, cuentan con fudres de madera de 2.300 litros.
